REFLEXIÓN

 Este fin de semana en algún programa de radio de los que suelo escuchar, oí una reflexión en forma de símil que me pareció muy interesante y me hizo pensar. De ahí, que lo quiera dejar por escrito para no olvidarla. Y por si le puede venir bien a alguien.

 La reflexión fue la siguiente : "Cuando no s montamos en un avión hay un auxiliar de vuelo dando instrucciones, en esas instrucciones no explican que hacer en caso de emergencia, y nos hacen mucho hincapié en que usemos las mascarillas de oxigeno que están sobre nuestras cabezas. Sobre todo no recalcan que las usemos nosotros primero antes de ayudar a nadie, ya sea niño, o anciano. "

La explicación es sencilla: si tú no puedes respirar no puedes ayudar a los que están a tu lado a hacerlo. entonces es mejor que los que estén a tu lado pierda un segundo de oxigeno para que  lo uses tú y así podrás poner las mascarillas a los demás sin asfixiarte, y todos terminaremos respirando sanos y salvos.

Parece una explicacion bastante lógica, puede ser hasta demasiado obvia, pero , ¿Qué pasa cuando no estamos en un avión pero si estamos asfixiados, y empeñados en ponerle la mascarilla a todos los que nos rodean, olvidándonos de la nuestra? pues, esta clara, morimos. 

A veces morimos de golpe, porque no tenemos ninguna reserva de oxígeno para nosotros, y otras veces poco a poco, porque vamos administrando esa reserva para asfixiarnos un poquito cada día.

Si cuando terminemos de leer esto, respiramos hondo, cogemos aire hasta no poder más, hasta que nos duelan los pulmones y lo echamos poco a poco, notaremos que esa sensación de asfixia desaparece, simplemente porque nos hemos oxigenado nosotros mismos y hemos recobrado vida, para dar lo que tenemos a los demás.

a mi me gusta pensar que esa oxigenación propia es una acto de amor a los demás porque así puedo ponerles las mascarillas.